Wednesday, November 16, 2011

El desarrollo de nuestros hábitos alimentarios

En mis trabajos anteriores, he explorado la importancia de la nutrición sana para la salud y para la óptima productividad de personas. Con el objeto de formular los hábitos de alimentación que fomentan el bienestar físico y espiritual, es necesario que en primer lugar investiguemos el desarrollo de la conducta alimentaria en los seres humanos y los problemas que surgen a raíz de ella. A través de este ensayo, tengo la intención de explorar las influencias familiares y socioculturales que contribuyen a la formación de las actitudes hacia la comida, así como examinar los orígenes de trastornos alimentarios por el caso particular de anorexia nervosa.

Las experiencias alimentarias durante los primeros cinco años de la vida tienen mucha influencia en el desarrollo de nuestros hábitos nutritivos. Según Osorio, los niños aprenden la mayoría de su conducta alimentaria de sus madres porque la leche, la cual se asocia con el sabor básico dulce, normalmente es su primer encuentro con la alimentación. Esta etapa ya impacta la ingestión por el niño de las sustancias nutritivas en los años que vienen. Los estudios demuestran que los niños amamantados resultan tener una capacidad más amplia para el consumo de los comestibles variados en las siguientes etapas del desarrollo nutricional que los niños alimentados con beberrón. La variedad nutricional del niño es normalmente determinada por la cultura nativa de su madre porque muchas veces son ellas las que preparan las comidas. Al principio, las madres también controlan las porciones de comida para sus niños y así se encargan de decidir, de manera implícita, el peso corporal adecuado para sus hijos. De esta manera, ellas inconscientemente transfieren sus propias costumbres nutritivas y conceptos de la imagen corporal a sus hijos (280-285).

Más adelante, el impacto de las creencias familiares se junta con el contexto sociocultural para formar las actitudes alimentarias durante el periodo de adolescencia. Los jóvenes, en particular las niñas cada vez más, se preocupan por su propio peso y figura corporal. Los medios de comunicación social contribuyen en mayor parte a la formación de las percepciones alimenticias malsanas. Los juegos con Barbie y Ken se convierten en la idealización del cuerpo “perfecto”. Se nota la disminución histórica del peso entre los modelos de Play Boy y las ganadoras de “Miss América”. Todos estos aspectos de la cultura popular llevan al aumento de la insatisfacción por su propio cuerpo entre los adolescentes. Los estudios de los alumnos de las escuelas secundarias en México han demostrado que el 55% de los jóvenes no estaban contentos con su cuerpo en el momento del sondeo. Las niñas eran las más afectadas por las imágenes de cuerpo imposible. El 88% de las mujeres adolescentes declararon que querían ser más delgadas (Acosta, 10-19).

Al explorar los factores culturales, no sorprende que los estandartes sociales de imagen física y las influencias familiares aporten al aumento de los trastornos alimentarios entre las mujeres adolescentes en la sociedad moderna. En los últimos decenios, las ocurrencias del trastorno alimentario de anorexia nervosa han aumentado en las sociedades occidentales. Este trastorno afecta por la mayoría a las adolescentes y es caracterizado por el miedo extremo de engordarse acompañado por la distorsión de la imagen corporal. El conjunto complejo de los factores biológicos y socioculturales lleva a esta enfermedad. La herencia y el desbalance de los neurotransmisores contribuyen al desarrollo de anorexia nervosa. Sin embargo, los factores más prominentes vienen del contexto social y familiar de la mujer. Los aspectos predisponentes más importantes incluyen el carácter perfeccionista y de poca voluntad, las dificultades con expresar emociones negativas y resolver conflictos, los padres controladores, la baja autoestima, la internalización de la imagen del cuerpo “perfecto” y las experiencias de abuso físico y sexual. Todas estas causas facilitan el desarrollo de las actitudes malsanas hacia la comida y aumentan la probabilidad por parte de la mujer a seguir dietas restrictivas y obsesionarse por bajar el peso (Marín, 89-91).

Un ejemplo prominente de una adolescente cayendo en la enfermedad de anorexia es la historia de la escritora argentina Cielo Latini. En su libro Abzurdah, la autora cuenta como a los trece años ella pesaba 64 kg y los compañeros de escuela secundaria le decían “gorda”. Esas burlas, seguidas por una pelea con sus padres, la llevaron a dejar de comer. Gradualmente Cielo empezó a usar el rechazo de comida para llamar la atención de sus padres y su novio de esa época. También, la chica comenzó a tener más amigos después de bajar de peso. Sus compañeras de escuela venían a la casa y tampoco comían, preocupadas por sus figuras. Con la estatura de 1.70 m, Cielo llegó a pesar 40 kg y estaba adicta a perder el peso corporal para ser aceptada. Un día ella se despertó con tanta angustia que no la pudo manejar e intentó suicidarse con una caja de pastillas para dormir. Al sobrevivir este incidente, Cielo “se dio cuenta de todo” y, después de años de psicoterapia intensiva, se hizo la vocera de la campaña contra anorexia y bulimia que se llama “Quiérete” (Martínez).

El relato de la escritora ilustra unos factores que llevan al desarrollo del trastorno alimentario. El ambiente familiar donde Cielo tenía que pasar hambre para conseguir la atención y aprobación de sus padres y el contexto cultural de su escuela donde las chicas solían obsesionarse por su imagen corporal crearon la fundación para la anorexia. En su libro Abzurdah, Latini nos cuenta lo exigentes que eran sus padres. De niña, ella era una hija perfecta: una excelente estudiante con destrezas de tenis, natación e inglés, siempre complaciendo los órdenes de sus padres. El asunto de comer tenía una importancia particular. Los padres decidían por ella qué tenía que comer y qué no. Un episodio específico de su niñez se quedó con Cielo hasta la edad adulta.

“Sentados a la mesa mis viejos, mis hermanitos y yo. 13 años tenía en ese entonces. Seguía pesando 64, claro.
“Dejá la mayonesa”- dijo papá
“¿Por qué?”- pregunté inocentemente.
“Porque engorda mucho”- me dijo.

En aquel momento mi mente infantil no me dejó leer entre líneas pero el episodio fue lo suficientemente perturbador para que 9 años después lo siga recordando. Mi papá me estaba diciendo que estaba gorda, pero como siempre en mi casa: las cosas no se dicen directamente. No sabemos decir las cosas directamente, es decir: adentro de mi casa.” (Latini, 11)

El estilo controlador y exigente de sus padres y las dificultades para expresar emociones de una manera directa contribuyeron a que Cielo desarrollara un trastorno alimentario Encima, los traumas de abuso emocional de sus compañeros y de la ruptura dolorosa con su novio aumentaron su riesgo de contraer la anorexia. La autoestima baja de la chica le hizo incapaz de resistir la presión social para adelgazarse y en fin la llevó al intento de suicidio. No fue hasta la intervención médica que Cielo empezó a superar su enfermedad.

El trastorno de anorexia nervosa perjudica la salud en una manera bastante seria. Algunos de los síntomas producidos por esta enfermedad incluyen amenorrea, la frecuente constipación, extremidades frías, piel seca y perdida de pelo. El manejo del trastorno es tan complejo como las causas. Se involucra un equipo multidisciplinario que debe incluir un medico, una nutricionista, un psiquiatra y un psicólogo. Este equipo trabaja para fortalecer “simultáneamente la mente, el soma y el espíritu, para favorecer de esta manera las relaciones saludables de las mujeres con su corporalidad y la alimentación” (Marín, 90-91). Trabajan para aumentar la autoestima, la autoeficacia y la capacidad para enfrentar dificultades cotidianas de las mujeres afectadas por la anorexia (Marín, 90-91). La complejidad de este problema sirve para iluminar la importancia del desarrollo de las actitudes alimentarias sanas en los niños y los adolescentes.

En fin, se ve que el ambiente familiar y el contexto sociocultural influyen mucho el desarrollo de los hábitos alimenticios. La madre fomenta el primer encuentro del infante con la comida y luego contribuye a la formación de sus costumbres nutricionales y su crecimiento psicológico. Las tendencias sociales aportan a las actitudes alimentarias mayormente durante el periodo de adolescencia. Juntas, estas dos influencias principales pueden llevar tanto al desarrollo de la conducta alimentaria sana, como a los trastornos alimentarios bastante graves.

Bibliografía

Latini, Cielo. Abzurdah. Buenos Aires: Ambar, 2006.

Marín, Verónica. "Trastornos de la conducta alimentaria en escolares y

adolescentes." Revista Chilena De Nutrición 29.2 (2002): 89-91. Web.

Martínez, Fernanda. "Testimonio Sobre La Anorexia. Sobreviviendo Al

Infierno."Univision.com. Web.

Osorio, Jessica. “Desarrollo De La Conducta Alimentaria En La Infancia Y Sus

Alteraciones." Revista Chilena De Nutrición 29.3 (2002): 280-85. Web.

Acosta, María. “Insatisfacción corporal y seguimiento de dieta. Una comparación

transcultural entre adolescentes de España y México”. Revista Internacional de Psicología Clínica y de la Salud. 2003

6 comments:

mikejm said...

Para mí, la parte más interesante de este ensayo fue las estadísticas sobre como nuestra alimentación durante la niñez influye tanto nuestros perspectivos actuales. Parece un poco asustante que los hábitos de nuestra infancia influye tanto. Tal vez se puede decir que hay costumbres malos que vamos a tener que luchar por toda nuestra vida. Si nuestras preferencias están establecidas temprano en la vida entonces se puede decir que para criar a los niños de una cierta manera tiene mucho más influencia que pensabamos anteriormente. Para estar consciente de este además de la parte genética nos puede ayudar comatir nuestros hábitos malos.

Matt Wieting said...

Trabajo por Whole Foods y después de leer su ensayo, pensé en la información que nos dijeron cuando empieza de trabajar para ellos. Pienso que es interesante que mucha gente viene de allá pensando en comprar comida muy saludable y bueno para el cuerpo solamente porque viene de esta tienda. En realidad, es comida de calidad más alta, pero todavía vendemos galletas, bebidas con mucha azúcar, tocino, etc. Esun fenómeno muy interesante para ver.

Ilya Nudelman said...

Hmm..creo que tengo que cambiar mis habitos de comer despues de leer tu ensayo! Pero es algo que todos quieren hacer pero es mas dificil implementar los cambios en realidad. Mucha informacion muy informativa e interesante. Me gusta el tema..es algo que tenemos que ensenar mas en las escuelas!

Cammie Howard said...

Me gusta comida, pero en mi familia hay diabetes y otros factores insalubre. Entonces esto es un tema que presto atención en mi vida. Mi padre hice un comento a mi sobrina una vez sobre una falda que vestía y por el 2 años próximos, toda la familia necesitaba alentarla a comer algo. Hoy, en esta sociedad, imagen es importante y los imágenes de televisión, etc son de personas delgadas. Para la autoestima, es una cosa horrible.

Anonymous said...

Tu ensayo es muy interesante, en particular en lo que concierne al papel de la madre al principio de la vida y con referencia a las razones por las cuales las mujeres empiezan a adelgazarse. Me interesa en particular la discusión sobre la autora y su problema en cuanto al trastorno de anorexia nervosa. Conozco a dos personas que tuvieron este problema y fue muy difícil para ellas de reconocer que tuvieron un problema. Antes de leer tu ensayo, no sabía que la familia tenía tanta influencia en esta enfermedad en términos de las causas. Tampoco sabía que las mujeres necesitan mucha ayuda para sobrevivir anorexia nervosa y regresar a una vida normal con una visión sana de la comida en sus vidas.

Paige said...

Yo creo que la alimentación es muy interesante y creo que hay un gran problema con la alimentación en los estados unidos. Por eso, creo que es importante que personas sepan que son las comidas buenas para comer. También, creo que es interesante como los padres pueden influir drásticamente la alimentación de sus niños. Me gusta el ejemplo de Cielo porque muestra que cosas pueden cambiar.