Sunday, December 11, 2011

La productividad de descanso


En el mundo acelerado de negocios siempre hay llamadas que hacer, informes que analizar y reuniones por asistir. Muchas veces las necesidades básicas humanas se pierden dentro del ajetreo típico de las empresas. La recesión económica lleva a que los empleadores se esfuercen de hacer más con menos personal. Los empleados, a su vez, heredan responsabilidades de los compañeros que fueron despedidos y hasta sacrifican su propia salud para cumplir con el aumento de tareas laborales. El primer sacrificio normalmente es la hora de comer. Por un lado, hay organizaciones que reducen los horarios de comida de sus empleados y así no les dejan suficiente tiempo para un almuerzo sano; por otro, hay trabajadores que optan por comer mientras trabajan y forman parte del nuevo fenómeno de PAM (“pegados a la mesa”). El tiempo mínimo legal para comer tampoco es adecuado para alimentarse bien y renovar la energía. Por ejemplo, el Estatuto de los Trabajadores de España declara que “siempre que la duración diaria continuada exceda de seis horas, deberá establecerse un periodo de descanso durante la misma de duración no inferior a quince minutos”, lo que instituye una media hora para almorzar durante la jornada típica de 8-9 horas. Esta media hora no es suficiente para alejarse de la oficina, comer despacio y dar un paseo para relajarse—todos los componentes que llevan al aumento de la productividad del regreso a la oficina. En este ensayo tengo la intención de convencer a los empresarios y al gobierno a establecer una hora como el tiempo mínimo de descanso diario. Este cambio va a aumentar la productividad de trabajadores y disminuir el ausentismo en las empresas.

Una hora para el almuerzo lleva dos beneficios claves para la productividad de una compañía: los empleados tienen tiempo para descansar y también pueden alimentarse de una manera saludable para regenerar energía y motivación. Normalmente cuando aumenta el nivel de estrés en un lugar laboral, nos esforzamos más, en vez de pausar y recargar nuestra energía. Llega el momento que cuando nos esforzamos más nos volvemos menos eficientes (Fischer, 2010). El otoño pasado trabajé en un estudio de fotografía. Durante la temporada navideña, había una abundancia de clientes que querían fotos familiares para fin de año. Para satisfacer la demanda, el supervisor nos dejaba pocos minutos para comer sin salir del estudio. Trabajando todo el día sin descanso o alimento adecuado nos ponía exhaustos e incapaces de ofrecer la atención al cliente de alta calidad. Si hubiéramos tenido la oportunidad de salir y relajarnos un poco, habríamos sido más competentes en resolver conflictos de clientes y así vender más fotos. Según Ana Arizmendi, una entrenadora de nutrición y bienestar, “somos como autos a los que se les acaba la gasolina y por lo tanto se les debe llenar el tanque diariamente y darles mantenimiento regularmente” (2011). Así que es importante que los empresarios recuerden que la energía humana es renovable y que permitan el tiempo suficiente para que los empleados recarguen su energía y sean más productivos.

Se puede resumir los beneficios de una hora para alejar la mente de los asuntos laborales y comer en paz con el proyecto estadounidense que se llama Energy Project. Los fundadores de este proyecto han investigado los secretos del éxito y productividad de las organizaciones bien-conocidas como Google, Sony. Ford y Ernst & Young. Después de analizar sus descubrimientos, ellos lanzaron eventos semanales en parques privados donde la gente podía salir de sus oficinas, comer y hablar de sus vidas fuera del trabajo. Estos eventos se han vuelto tan populares que la idea ha alcanzado a más de 50 ciudades en los Estados Unidos. Los trabajadores se relajan y vuelven a la oficina con más energía y más listos para enfrentar cualquier desafío (Fischer, 2010) Queda claro que una media hora no es suficiente para un paseo en un parque y un almuerzo relajante. Es por eso que es necesario aumentar el tiempo mínimo de almuerzo hasta una hora.

Aparte del carácter recargable de la energía humana, la alimentación sana también tiene efectos positivos en la productividad y asistencia de los trabajadores. Sin embargo, los empleados se esfuerzan a adaptarse a los horarios acelerados de las empresas y por eso acuden a los restaurantes que les ofrecen la opción de “comer rápido”. Algunos trabajadores elijen comer en la oficina para ahorrar tiempo. Estos empleados llevan el nombre de “pegados a la mesa” que se refiere a su sedentarismo. Desafortunadamente, las oficinas modernas son equipadas por las máquinas expendedoras que venden refrescos, patatas fritas y dulces que muchas veces se convierten en el almuerzo de los “PAM”. Todos estos hábitos alimentarios llevan a una dieta malsana en un lugar laboral, mientras las investigaciones científicas demuestran que la productividad de quien está mal nutrido puede reducirse hasta un 20% (“Menús saludables en el trabajo”). Así que es beneficial para los empresarios que los trabajadores salgan y se alimenten de una manera saludable. Otros problemas que surgen por la dieta inadecuada incluyen aumento del ausentismo, menor precisión en diligencia en las tareas y la rotación laboral. Muchas veces el carácter sedentario del trabajo en una oficina donde los empleados no salgan durante el día lleva al aumento de la obesidad. Los trabajadores obesos, en su vez, tienen dos veces más la probabilidad de faltar al trabajo que los empleados con estilo de vida más activa. Por esa razón, la compañía de Cadburry Schweppers lanzó un programa entre sus empleados de Reino Unido que incluía actividades deportivas dentro del centro de trabajo y demostraciones de ejercicios físicos. Los resultados de este programa fue el aumento del 38% de los trabajadores que practicaron una actividad física, el 18% ha mejorado sus hábitos alimentarios y el 14% afirma haber mejorado su calidad de vida (“La alimentación en el trabajo”). Es solo con esas inversiones en la salud de los empleados que la empresa puede cosechar todos los beneficios de la productividad y la dedicación de sus trabajadores.

En fin, dos componentes vitales que sirven para aumentar la productividad de los trabajadores son un descanso durante el día y un alimento adecuado. Es imprescindible que los empresarios reconozcan la importancia de estos factores y extiendan el tiempo que los empleados tienen para comer. El gobierno también debe apoyar estos factores con la implementación del tiempo mínimo legal del descanso diario de una hora, así mejorando la salud y aumentando la productividad de los ciudadanos.


Bibliografía

(1995). Estatuto de los trabajadores. Madrid, Espana: Real Derecho Legislativo.

Arizmendi, A. (2011, septiembre 14). ¡Recupera tu hora de comida! de comida.

FacilDeDiregir

Fischer, A. (2010, septiembre 03). ¿Mucho trabajo? Toma tu hora de comida.

CNNExpansión

La alimentación en el trabajo. Alimentacion Sana,

Menús saludables en el trabajo. Salud y Belleza,

Comer bien--Vivir mejor


A lo largo de este proyecto, he investigado varios aspectos del tema de la nutrición sana. En mis previos ensayos, he explorado la importancia de una alimentación adecuada y los problemas asociados con la conducta alimentaria. Creo que ya es hora de articular una respuesta de lo que realmente significa alimentarse bien. En el Internet, hay muchos recursos y consejos variados para comer de una manera saludable. Por eso elegí cinco recomendaciones de Clarín Sociedad que creo que son las más útiles y más fáciles de olvidar. Las analicé, resumí, anadiendo mis propios conocimientos del tema.

1. Coman despacio.

Los nutricionistas recomiendan que uno coma despacio y que mastique la comida más de 20 veces ya que el comer de prisa multiplica los riegos de sobrepeso. Cuando uno come, la distensión gástrica es una de las primeras señales de satisfacción alimenticia. Según Sociedad, esta señal se transmite por el sistema nervioso vegetativo hasta el hipotálamo, parte del cerebro y centro regulador del humano. Si uno come muy rápido la señal no se puede mandar y se puede seguir sintiendo hambre y comiendo, así causando y triplicando el riesgo de obesidad.

2. Recuerden tomar agua.

El agua es el nutriente vital que ayuda al proceso de nutrición y desintoxicación del cuerpo. Lo más importante para la salud es tomar agua durante el día. Sin embargo, mientras comemos debemos reducir la cantidad de agua que ingerimos porque esta puede diluir el jugo gástrico perjudicando el proceso de la digestión. (Sociedad, 2011).

3. Coman sin aparatos electrónicos.

Es un irrespeto para el cuerpo humano comer de prisa, mirando la tele, o en frente de la pantalla de la computadora. Esta conducta no distingue la diferencia entre la necesidad o el apetito, creando problemas graves en la salud humana. Mientras uno presta atención a un show de televisión, sigue comiendo de prisa sin notar las señales de cerebro que indican saciedad y no evalúa suficientemente los productos que ingesta. Los ejemplos de complicaciones producidas por el uso de los electrónicos durante el proceso de comer incluyen ingesta de alimentos de mala calidad, poca variedad nutritiva, y el desequilibrio de comer en abundancia o insuficientemente. Es importante prestar atención a su cuerpo y su cerebro durante el proceso de comer.

4. Mantengan una actitud amigable hacia lo que comen.

Si la persona se siente forzada de comer sus comidas, significa que su conducta va en contra de sus propios deseos o instintos. El comer sin estar consciente del proceso no es suficiente para satisfacer la necesidad humana। La pelea de terminar lo que hace que se coma con rapidez, sin tener suficiente tiempo para notar la saciedad. Comer más de lo que es suficiente causa el aumento de peso corporal. Por eso, les aconsejo que apoyen el tenedor, respiren y disfruten de ese momento que tienen y presten más atención a su salud y sus necesidades.

5. Escondan los alimentos malsanos.

Muchos consejos alimentarios les animan a dejar de comer comida chatarra. Pero muchas veces, cuando tratamos de no comer una categoría de productos por completo, un día terminamos por darnos por vencidos frente a la tentación y comemos demasiado de los productos “prohibidos”. Por eso les aconsejo que gradualmente reduzcan la cantidad de papas fritas y dulces que tienden a comer. Para comer menos comida basura, es aconsejable simplemente quitarla de la vista. Si tenemos acceso fácil a los alimentos tentadores, terminamos por comerlos sin pensar. Por otro lado, si optamos por guardar los productos con mucha grasa y azúcar en una despensa o en un congelador, los vamos a comer solo en casos de antojos extremos.

En fin, les recuerdo que la nutrición sana es vital para el bienestar físico y emocional. Existe una abundancia de estudios sobre los hábitos alimentarios sanos, pero muchas veces no tenemos tiempo para seguir todas las recomendaciones de los nutricionistas. Sin embargo, si tienen en cuenta estas cinco recomendaciones, estoy segura de que van a notar una mejoría en su salud.


Bibliografia

Sociedad, C. (2011, Abril 19). Diez hábitos a cambiar para una alimentación saludable. Entre Mujeres.